Llega el fin de semana, quedamos con nuestros amigos o nos reunimos en una casa. Con esto de la crisis y los recortes, las economías no están para realizar dispendios innecesarios.
Los jóvenes quedan en los lugares más insospechados para montarse su fiesta particular, el "botellón".
De una forma u otra bebemos, y sin que nos demos apenas cuenta bebemos más de lo que creemos.
Depués unos y otros solemos coger el coche para regresar a casa.
Ver algunas de las consecuencias que puede acarrear nuestra temeridad
NOTA: El vídeo contiene imagenes que pueden afectar a tu sensibilidad.
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