lunes, 19 de diciembre de 2011

¡Por favor!.No me hagas trabajar

Estamos en unas fechas entrañables en las que nos reunimos con amigos,compañeros de trabajo, amigos de la peña deportiva, familiares a los que hace tiempo que no vemos y que aprovechan estas fiestas para estar con los suyos aunque solo sea por unas horas. Y bebemos; y creemos que controlamos: "Estoy bien, no te preocupes, si total solo he bebido 2 vinos y he comido bien". A todos nos suena esta frase, incluso alguno la hemos pronunciado alguna vez y después hemos cogido el coche. Las consecuencias de beber y conducir las expone con rotunda claridad Esther Gorjon en su blog.

Nochevieja es sinónimo de alegría, fiesta, cotillón...y borrachera. Nuestros hijos se engalanan como quizás no les hayamos visto nunca para acudir a uno de los múltiples cotillones que se organizan para ellos.Barra libre, bebidas alcohólicas de dudosa procedencia en algunos casos y sin ningún tipo de control. Recuerdo el primer cotillón al que asistió mi hija con 16 años, daba gusto verles.Con sus vestidos ellas y traje y corbata ellos. A las 4 de la madrugada, cuando regrese a recogerla, trajes sin corbatas, chavales andando sin rumbo tambaleándose de un lado a otro. Chicas vomitando en cualquier lugar porque ya no se podían contener. Un espectáculo dantesco. Afortunadamente siempre hay quien se sabe divertir sin necesidad de beber y deberían ser el ejemplo a seguir. Muchos médicos están de guardia estos días.Yo soy uno de ellos y por eso te pido: ¡No me hagas trabajar!
 

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