viernes, 29 de julio de 2011

Yo si recibo

Estoy comprobando últimamente en foros de opinión y blogs, un incremento considerable de médicos que no reciben a los visitadores médicos. Respeto todas las opiniones pero no las comparto ni estoy de acuerdo con la mayoría de los argumentos que justifican esa medida. Se identifica a los visitadores con la industria farmacéutica para la que trabajan y se les asigna de forma automática una labor de engaño y embaucamiento. Es verdad, y existen numerosas pruebas, que la industria farmacéutica (no toda) ha enmascarado resultados “no beneficiosos” para sus productos y en algunos casos han llegado a poner en el mercado (con autorización de las agencias evaluadoras) fármacos que han tenido que ser retirados por los efectos perjudiciales para la salud de los pacientes que los tomaban. Pero culpabilizar a los visitadores por estas aptitudes y responsabilizarles de estas fechorías creo que es pasarse. Yo veo a los visitadores como un colectivo de trabajadores y como tal les respeto y recibiéndoles (procuro hacerlo en mi consulta, más adecuada que en un pasillo ante la mirada de pacientes que esperan ser atendidos) facilito que realicen su trabajo y se ganen su sueldo, más o menos bueno. Respeto el trabajo y al trabajador pero soy crítico y en ocasiones arisco con sus argumentos. Exijo que conozcan su producto mejor que yo, que no puedo estar a la última en todo. No me creo a fe ciega lo que me cuentan y ante cualquier novedad, como ya he blogeado (vaya patada al castellano) en otra ocasión soy muy escéptico y pongo en cuarentena. Busco información en fuentes independientes y neutrales antes de incorporarla a mi vademecum particular.
    Como en todas profesiones habrá visitadores impresentables, pero a esos casi todos les conocemos y les tenemos a buen recaudo. Creo que por respeto a los trabajadores debemos seguir recibiendo a los visitadores médicos, yo desde luego pienso seguir haciéndolo.

4 comentarios:

  1. La verdad es que yo también recibo por cortesía labora, pero también en cuanto hay más de 3-4 les doy un toque porque creo que ya se excede dicha cortesía.

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  2. Yo no les recibo así como tampoco atiendo telefónicamente a los vendedores de ONO/Jaztel/etc que llaman a mi casa. A ambos les explico amablemente (o eso intento) el por qué de no recibirles. No es que esté en contra de ellos, sino que estoy en contra del modelo de divulgación de sus productos que con recibirles estaría promoviendo.

    los motivos son muchos más, pero éste es quizá el menos argumentado en las conversaciones habituales, que suelen ir más por los derroteros de lo ideológico/planteamiento-de-práctica-clínica.
    Un saludo!

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  3. Una opinión tan respetable como cualquier otra.
    Un saludo

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